Rejuvenecimiento facial: Tres tratamientos biocompatibles y dos tecnologías que despuntan como tendencia

    • Frente a las cirugías invasivas y como alternativa a los clásicos, surgen con fuerza nuevos tratamientos de rejuvenecimiento a partir de productos biocompatibles. 

    • El ácido poliláctico, la hidroxiapatita cálcica y la policaprolactona son estimuladores de colágeno que poco a poco van ganando más adeptos.

    • La Doctora Beatriz Beltrán, médica estética especialista en rejuvenecimiento facial y experta destacada de Multiestetica.com, desgrana las claves sobre estos novedosos tratamientos. 

Madrid, 10 de noviembre de 2022.  Opciones menos invasivas y los componentes biocompatibles se abren paso frente a los clásicos. La doctora Beatriz Beltrán, especialista en medicina estética y experta de Multiestetica.com, explica las claves sobre los tratamientos más innovadores para el rejuvenecimiento facial, así como las tecnologías más punteras que se posicionan como alternativas a los de rejuvenecimiento clásicos.


La naturalidad está de moda, y no solo en las intervenciones o tratamientos estéticos, también los componentes que se utilizan para ellos y las tecnologías con los que se emplean. La doctora Beatriz Beltrán, galardonada con el Premio Nacional de Medicina Estética 2022, es una de las mayores expertas en rejuvenecimiento facial del portal Multiestetica.com. Su filosofía de trabajo se basa en trabajar del interior al exterior, del gen a la piel, apoyándose en el conocimiento que le ha dado su especialidad, la medicina interna, y sus conocimientos en micro nutrición ortomolecular, para que sus pacientes no solo se vean bien, sino que se sientan bien. Para conocer un poco más sobre esta especialidad, la doctora desgrana las tendencias en tratamientos y aparatología en materia de rejuvenecimiento facial.

Tres estimuladores de colágeno que están en auge. 

En medicina estética, en cuanto a rejuvenecimiento facial se refiere, existen los fillers basados en los estimuladores de colágeno y los implantes de relleno. Frente a estos últimos, entre los que destaca el ácido hialurónico -uno de los más conocidos-, aparecen los estimuladores de colágeno, menos familiares para el gran público pero que, día a día, van ganando más adeptos entre profesionales y pacientes. Este tipo de componentes biocompatibles tienen un mecanismo de acción que permiten rellenar, mejorar el grosor de la piel y alisarla de forma gradual mediante la estimulación del propio colágeno. La Dra. Beltrán destaca tres que despuntan como tendencia: 

 

    Ácido poliláctico: Es el biocompatible que dispone de más estudios que respaldan su eficacia en la estimulación colágeno. La doctora sostiene que este tratamiento “mejora muchísimo la calidad y textura de la piel, aportando grosor con una duración prolongada (de más de dos años)”. Además de ser 100% biodegradable, es el que presenta un mayor auge. Según el último estudio realizado por la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética (ISAPS), su uso aumentó un 52% entre 2016 y 2020.

 

    • Por su parte, la hidroxiapatita cálcica, dependiendo de la disolución, “podemos usarla para rellenar o tensar la zona con flacidez facial”. Este componente natural producido biosintéticamente, tiene como objetivo reafirmar y regenerar el volumen perdido en algunas zonas del rostro. Según el informe de ISAPS, su uso aumentó un 20,2% en el mismo periodo. 

 

  • La Policaprolactona es conocido “por su capacidad de voluminizar y es apropiado para realizar una remodelación facial, creando contornos más marcados en zonas como mentón y mandíbula”.

La Dra Beltrán, considera fundamental “ponerse en manos expertas al trabajar con este tipo de productos, puesto que la valoración previa de un buen profesional es imprescindible para poder determinar qué tipo de tratamiento y qué técnica específica es la más adecuada en cada caso”.

 

Las tendencias clave están en la aparatología.

Además de los componentes que se utilizan en los tratamientos de rejuvenecimiento facial, la clave está también en las tecnologías que se emplean para ello. Destacan aquellas que utilizan distintos tipos de energía para regenerar el colágeno, como láser, luz pulsada, ultrasonidos focalizados, radiofrecuencia o microneedling. La experta explica que “cada vez avanzamos más en tecnologías, y, a día de hoy, la mejor prevención la obtenemos la energía focalizada o la radiofrecuencia monopolar”, a partir de nuevos tratamientos y tecnologías punteras: 


    • Existen dispositivos y tecnología revolucionaria de ultrasonidos microfocalizados que utiliza la visualización ecográfica en tiempo real para tensar la piel del rostro al producir una fuerte estimulación del colágeno y la elastina en las capas profundas de la piel. “Durante el tratamiento, se aplica esta energía en la misma capa de la piel que tratan los cirujanos en un lifting facial, de forma segura, sin alterar la superficie de la piel, mientras controlamos todo el proceso mediante una ecografía visual y esto nos permite identificar las capas de tejido óptimas a tratar para la regeneración de colágeno y asegurarnos que la energía de ultrasonido se aplique en el lugar más efectivo”. Para la Dra., “es la alternativa perfecta a todos aquellos pacientes que quieran conseguir un lifting facial sin tener que pasar por el quirófano”.


    • Por su parte, también destacan las tecnologías de radiofrecuencia mono-polar que consiguen estimular el colágeno, redefinir el óvalo facial y tensar la piel mediante la acción del calor. “La novedad que aporta este nuevo sistema es que consigue llegar hasta las capas más profundas de la piel con una mayor intensidad de calor, que tecnologías anteriores no conseguían. De este modo, ofrece un estímulo superior del colágeno y un tensado más efectivo de la piel”.


La Dra. Beltrán apuesta por la medicina regenerativa, revirtiendo el envejecimiento de forma natural, y sin tratamientos que puedan deformar o cambiar los rasgos del rostro a largo plazo: “No solo debemos de satisfacer las necesidades actuales de nuestros pacientes, sino que debemos tener en cuenta que los tratamientos que realizamos hoy tienen repercusión en el rostro en el futuro. Por ese motivo es muy importante la correcta selección del tratamiento en el paciente”.